¿Estás cansado de seguir dietas de moda que te dejan hambriento e insatisfecho? ¿Buscas un plan de alimentación que no sólo te ayude a perder peso, sino que también mejore tu salud y forma física en general?
Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, la dieta carnívora para hombres y mujeres puede ser justo lo que necesitas.
La dieta carnívora, también conocida como dieta exclusivamente cárnica, es un plan de alimentación que consiste en consumir únicamente productos animales como carne, huevos y lácteos.
Es una opción excelente para las personas que quieren perder peso sin dejar de disfrutar de una comida deliciosa.
Esta dieta es perfecta para quien quiera simplificar sus hábitos alimentarios y centrarse en consumir alimentos sanos y ricos en nutrientes.
Navega por el contenido
¿Qué es la dieta carnívora?
Popularizada por Shawn Baker, se ha vuelto algo viral desde 2018 debido a su postura extrema.
El plan de la dieta carnívora es sencillo: sólo comes alimentos y productos de origen animal. Todo lo demás está restringido.
Eso significa no comer fruta, ni verdura, ni pan ni cereales, y limitar tu ingesta de lácteos a alimentos bajos en lactosa. Es casi lo contrario de una dieta vegana.
Aunque esto pueda parecer una locura al principio, algunas personas sostienen la teoría de que los alimentos vegetales no son necesarios para vivir.
De hecho, los hidratos de carbono -que abundan en las plantas- son el único macronutriente no esencial. Esto significa que las grasas y las proteínas son necesarias para que nuestro cuerpo sobreviva, pero no necesitamos los hidratos de carbono del mismo modo.
El plan de dieta carnívora es una especie de evolución de la paleo y la keto.
Se deriva de la creencia controvertida de que nuestros antepasados comían sobre todo carne y pescado, y que las dietas ricas en carbohidratos son la causa de que los estadounidenses y otras sociedades occidentales experimenten tasas tan elevadas de inflamación crónica, enfermedades y problemas intestinales.
Dieta carnívora: alimentos permitidos
Comer sólo productos animales facilita enormemente la compra semanal. Uno de los principales argumentos de venta de la dieta carnívora es lo fácil que es seguirla.
Aquí tienes una lista de alimentos de la dieta carnívora:
Carne
Tu principal fuente de calorías debe proceder de cortes grasos de carne alimentada con pasto, como el porterhouse, el ribeye, la carne picada 80/20, el t-bone, el bacon, las chuletas de cerdo y el bistec de falda.
Como estás restringiendo los hidratos de carbono, son preferibles las carnes con más contenido graso, para que tu cuerpo pueda utilizar esas grasas como fuente de energía.
Pescado
Al igual que la carne, opta por el pescado más graso que puedas comprar. El salmón, las sardinas, la trucha, la caballa y el siluro están permitidos.
Huevos
También conocidos como el multivitamínico de la naturaleza, los huevos tienen la proporción perfecta de proteínas, grasas y nutrientes esenciales para que tu cuerpo rinda al máximo en la dieta carnívora.
Caldo de huesos
El caldo de huesos está aprobado por los carnívoros y es una gran fuente de proteínas que ayuda a la salud intestinal, cutánea y articular.
Este caldo se cocina a fuego lento durante un período prolongado, a veces durante varias horas, para extraer todos los nutrientes y sabores de los huesos.
Lácteos bajos en lactosa
La leche, la mantequilla de pasto y el queso curado están técnicamente permitidos, ya que proceden de un animal, pero muchas personas que siguen una dieta carnívora intentan mantener el consumo de lácteos al mínimo, ya que un gran porcentaje de la población acaba desarrollando una intolerancia.
Especias, condimentos y sazonadores sencillos
La sal, la pimienta, las hierbas y las especias están permitidas en el plan de dieta carnívora.
Limítate a ingredientes sencillos que no contengan azúcar ni hidratos de carbono.
Manteca, grasa y otras grasas de origen animal
Utiliza manteca de cerdo, sebo y otras grasas de origen animal para cocinar tus alimentos en lugar de aceite vegetal.
Alimentos que debes evitar en la dieta carnívora
Ahora viene la parte difícil. Comer carnívoro es extremadamente restrictivo, lo que significa que la mayoría de tus tentempiés y comidas habituales pueden quedar fuera de la mesa.
Esto es lo que no puedes comer con una dieta carnívora:
Todas las frutas
Manzanas, plátanos, bayas, tomates… lo que se te ocurra.
Todas las verduras
Eso incluye los caldos vegetales y cualquier condimento hecho con verduras.
La mayoría de los productos lácteos
La cantidad de lácteos que consumes es objeto de debate en la comunidad carnívora.
Aunque la gente tiende a optar por productos lácteos bajos en lactosa, como los quesos curados y el kéfir, frente a los quesos cremosos y el yogur.
Todos los azúcares
Los azúcares añadidos están totalmente prohibidos. Lo mismo vale para los azúcares naturales.
Todos los aditivos
Alimentos procesados que incluyan nitratos, nitritos, glutamato monosódico y cualquier otro aditivo que suele encontrarse en los alimentos congelados y enlatados.
Carne de baja calidad
Aunque el plan de alimentación de la dieta carnívora se basa en la carne, eso no significa que haya carne en la mesa.
Para evitar la inflamación causada por los cereales, debes comer carnes alimentadas con hierba y criadas en pastos.
Todos los cereales, pan, bollería, etc.
Nada de pan ni cereales en general. Esto significa nada de arroz, pasta, etc.
Todos los frutos secos, semillas y legumbres
Los frutos secos, las semillas y las legumbres tampoco están permitidos. Esto incluye almendras, cacahuetes, guisantes, semillas de lino, semillas de chía, etc.
¡Cualquier otra cosa que no sea carne! Esto incluye dulces como el caramelo, carnes cultivadas en laboratorio y alternativas a la carne como las hamburguesas Beyond.
Menú de 7 días de la dieta carnívora
Empezar con el plan de la dieta carnívora es extremadamente sencillo. He aquí un ejemplo de menú de una semana completa de dieta carnívora:
Día 1
- Desayuno: Comienza tu semana con energía con un desayuno rico en proteínas. Disfruta de un delicioso filete y huevos a la sartén. Estos nutrientes te darán la fuerza que necesitas para comenzar el día.
- Comida: Para el almuerzo, opta por una combinación saludable de proteínas. Saborea un filete de salmón junto con cerdo frito para una comida satisfactoria y llena de sabor.
- Merienda: A media tarde, elige un refrigerio nutritivo como el requesón, que es rico en proteínas y bajo en carbohidratos.
- Cena: Para terminar el día, disfruta de unas jugosas hamburguesas de carne picada, una cena satisfactoria y baja en carbohidratos.
Día 2
- Desayuno: Empieza el día con una tortilla de queso feta, una opción sabrosa y llena de proteínas para mantener tu energía.
- Comida: En el almuerzo, prueba unos muslos de pollo con queso cheddar derretido, una combinación deliciosa y baja en carbohidratos.
- Merienda: Para tu merienda, disfruta de unos snacks de carne seca, una opción rica en proteínas y sin carbohidratos añadidos.
- Cena: Finaliza el día con un suculento filete de costilla, una elección que seguramente te hará sentir satisfecho.
Día 3
- Desayuno: Comienza la jornada con huevos escalfados acompañados de beicon crujiente, una delicia baja en carbohidratos.
- Comida: Al mediodía, disfruta de una comida con proteínas de calidad: atún y huevos duros, una opción ligera pero nutritiva.
- Merienda: Para la merienda, opta por las sardinas, una fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3.
- Cena: Termina el día con un reconfortante caldo de huesos y pollo asado, una elección reconfortante y rica en nutrientes.
Día 4
- Desayuno: Amanece con un desayuno saludable que incluye kéfir y dos huevos a medio cocer, proporcionando una buena dosis de probióticos y proteínas.
- Comida: Para el almuerzo, saborea pollo desmenuzado con beicon, una combinación que seguramente te satisfará.
- Merienda: En la tarde, disfruta de una merienda de atún, una fuente de proteínas magras.
- Cena: Para la cena, prueba unas hamburguesas de bisonte, una opción rica en proteínas y baja en carbohidratos.
Día 5
- Desayuno: Comienza el día con hígados de pollo y huevos revueltos, una manera única de incorporar proteínas y micronutrientes.
- Comida: Almuerza con unas hamburguesas de pavo, una alternativa más magra y saludable a la carne roja.
- Merienda: A media tarde, disfruta de huevos duros como bocadillos ricos en proteínas.
- Cena: Para la cena, prepárate un delicioso salmón asado a fuego lento, una elección llena de sabor y ácidos grasos omega-3.
Día 6
- Desayuno: Comienza la jornada con una tortilla de pollo y queso feta, una opción que combina proteínas y sabor.
- Comida: En el almuerzo, prueba el hígado de ternera, una fuente de hierro y proteínas.
- Merienda: Opta por las sardinas como merienda, una fuente de proteínas y grasas saludables.
- Cena: Finaliza el día con unas chuletas de cerdo, una elección que seguramente te satisfará.
Día 7
- Desayuno: Empieza el último día de la semana con un desayuno indulgente de tocino y huevos, una combinación clásica.
- Comida: Al mediodía, disfruta de pinzas de pollo a la plancha, una opción baja en carbohidratos y rica en proteínas.
- Merienda: Para la merienda, elige bocaditos de filete, una opción sabrosa y llena de proteínas.
- Cena: Termina la semana con una costilla de ternera, una elección reconfortante y llena de sabor.
No puede ser más sencillo, y no hay necesidad de complicarse demasiado.De hecho, si te gusta el filete, ¡puedes comerlo para desayunar, comer y cenar!
Conoce tus necesidades dietéticas
Ahora mismo probablemente estés pensando: «¿Realmente puedo obtener toda la nutrición que mi cuerpo necesita sólo comiendo carne?».
No te culpamos por ser escéptico. Al fin y al cabo, desde que eras niño probablemente te animaron a creer en la pirámide alimentaria y en la importancia de una dieta equilibrada. Algo así…
Pero este consejo bienintencionado no tiene en cuenta la dieta de nuestros antepasados. ¿Cómo sobrevivieron cuando no existía la agricultura?
No había cereales, las verduras eran prácticamente incomestibles y las frutas escasas.
Piensa en lo que necesita tu cuerpo y te darás cuenta de que ciertos alimentos son esenciales, y algunos no sólo son esenciales sino que podrían ser perjudiciales.
Proteínas (aminoácidos)
Las proteínas son los componentes básicos de toda la vida sensible de la Tierra.
Las proteínas están formadas por diferentes aminoácidos y son esenciales en la construcción y reparación de los tejidos musculares, así como de las células de la piel, el pelo y las uñas, y prácticamente de todo lo demás dentro de nuestro cuerpo.
No cabe duda de que las proteínas son una parte esencial de nuestra dieta, y la carne las tiene en abundancia.
Grasas (ácidos grasos esenciales)
A la mayoría de nosotros nos han enseñado desde pequeños a temer las grasas. La proliferación de alimentos procesados bajos en grasa en las estanterías de los supermercados probablemente no haya ayudado.
Pero la verdad es que las grasas saludables son nuestras amigas. No sólo son una fuente de energía fácilmente disponible, sino que favorecen el crecimiento de nuevas células y ayudan a nuestro organismo a absorber los nutrientes.
También ayudan a mantener equilibradas nuestras hormonas, por eso son tan importantes para perder el exceso de grasa corporal.
Puede parecer paradójico, pero las grasas son esenciales para perder grasa corporal. Sólo tienes que salir del anticuado modo de pensar que dice que la grasa que comes es la grasa que usas.
Carbohidratos
Actualmente no existe nada parecido a un carbohidrato esencial. En serio, búscalo tú mismo en Google.
El cuerpo humano puede llevar una vida feliz y sana sin consumir nunca hidratos de carbono. No sólo son principalmente energía, sino que están desprovistos de la mayor parte de la nutrición. Cualquier nutrición que tengan suele estar encerrada en la fibra.
Vitaminas y minerales
Las vitaminas y los minerales son esenciales para ayudar a nuestro cuerpo a realizar cada día los millones de funciones que nos mantienen vivos.
Mantienen en funcionamiento las máquinas que son nuestros cuerpos. Pero la buena noticia para los vegifóbicos es que nuestros amigos bovinos procesan las vitaminas y minerales de las plantas (además de producir algunos de los suyos propios) para que nosotros no tengamos que hacerlo.
Resumen
Cuando le digas a la gente que vas a empezar la dieta carnívora, es muy posible que respondan con algo parecido a «¡Uf! No podría vivir sin carbohidratos».
Y, para muchos, la transición de nuestro estilo de vida rico en carbohidratos a dietas bajas en carbohidratos puede ser un verdadero reto.
En una época en la que trabajamos más duro y durante más horas que nunca, recurrimos a la industria alimentaria para que nos proporcione alimentos que no requieran preparación o requieran una preparación mínima y que puedan comerse rápida y fácilmente dondequiera que estemos.
Y esta necesidad de comodidad nos ha empujado cada vez más hacia los alimentos precocinados ricos en carbohidratos, azúcares y pocos nutrientes.
Estos alimentos no sólo son malos para nosotros, sino que también son adictivos, lo que significa que sentimos que no podemos vivir sin ellos. También significa que la gente no come alimentos ricos en nutrientes cuando busca la comodidad.
Únete a otros carnistas ninja
¿Te apasiona la salud ancestral pero también la mejora personal?
Somos unos multipotenciales. Aprendices de todo… Maestros de nada.
Únete a otros «ninjas de la vida» que practican el carnismo.
- Comunidad: hablamos de carne, salud, fitness y mucho más.
- Podcast premium: escucha episodios sólo para miembros.
- Boletín privado: recibirás correos exclusivos.