La mayoría de la gente ha experimentado niebla mental o neblina cerebral. A menudo se describe como una sensación de cabeza nublada.
Los olvidos son una queja frecuente entre los adultos mayores. A medida que envejecemos, experimentamos cambios fisiológicos que pueden causar fallos en funciones cerebrales que siempre habíamos dado por sentadas.
Además, la falta de sueño, el exceso de trabajo y el estrés pueden provocar niebla mental. La niebla mental puede ser frustrante, pero es posible aliviarla.
No ignores tus síntomas. Si no se trata, la niebla mental puede afectar a la calidad de tu vida y provocar otras afecciones, como la enfermedad de Parkinson, la pérdida de memoria y la enfermedad de Alzheimer.
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¿Qué es la niebla mental?
La niebla mental se caracteriza por confusión, olvido y falta de concentración y claridad mental.
Puede deberse al exceso de trabajo, la falta de sueño, el estrés y pasar demasiado tiempo frente al ordenador. A nivel celular, se cree que la niebla mental está causada por altos niveles de inflamación y cambios en las hormonas que determinan tu estado de ánimo, energía y concentración.
Los niveles desequilibrados de hormonas hacen que todo el sistema se descontrole. Además, el síndrome de niebla mental puede provocar otras afecciones, como obesidad, menstruación anormal y diabetes mellitus.
¿Cuáles son los síntomas de la niebla mental?
Tu niebla mental puede parecer distinta de la de otra persona. Tú puedes estar cansado y tener tendencia a la confusión, mientras que otros pueden sentirse olvidadizos e incapaces de concentrarse. Ambos pueden considerarse casos de «niebla mental», aunque se experimenten de forma diferente.
He aquí algunos de los síntomas comunes a los que hay que prestar atención:
Nubosidad de la conciencia
Este síntoma es la «niebla» en «niebla mental». Se refiere a tu capacidad reducida para percibir, comprender y pensar con claridad. Te sientes disociado o distanciado de la realidad y tienes dificultades para responder a los acontecimientos externos.
Esto puede afectar gravemente a tu vida cotidiana. Puede que no oigas a alguien cuando te habla o que no te des cuenta del tráfico al cruzar la calle. Y, si consigues salir de ello, puede que no recuerdes lo que ocurrió durante el periodo de nubosidad.
Fatiga
Cuando tienes síndrome de fatiga crónica, estás más que adormilado. Sentirás una sensación continua de cansancio que interfiere en tu vida cotidiana. Por mucho que duermas, no te librarás de esta sensación de agotamiento.
Vivir con fatiga mental crónica puede ser debilitante. Arruina tu concentración, exacerba el dolor y puede perjudicar tu vida social. Con el tiempo, puede provocar:
- Irritabilidad
- Soledad
- Olvido
- Depresión
Confusión
Cuando estás confuso, es probable que te cueste concentrarte y tomar decisiones. También puedes sentirte desorientado, perdido e incapaz de convertir los pensamientos en palabras.
He aquí algunos signos frecuentes de confusión:
- Arrastrar las palabras
- Pausas largas en mitad del discurso
- Palabras y frases anómalas o incoherentes
- Falta de sentido de la orientación
- Incapacidad para seguir el tiempo
- Cambios repentinos de emoción
- Perder fácilmente el hilo de tus pensamientos
- Cuando estás confuso, puedes necesitar ayuda para completar las tareas cotidianas.
Merece la pena pedir ayuda a un ser querido si la necesitas, al menos hasta que disminuya la confusión.
Falta de concentración
La concentración es tu capacidad para dirigir tu atención a un único punto en lugar de sucumbir a las distracciones externas. Si estás escribiendo un guión en una cafetería, la concentración te ayuda a ahogar el ruido y mantenerte centrado en la tarea.
Las personas con niebla mental son propensas a la falta de concentración.
Mientras trabajas en una tarea, puede que tu mente divague, o que gravites constantemente hacia tu teléfono.
Las tareas difíciles requieren más tiempo porque no puedes concentrarte lo suficiente para completarlas.
Esto es especialmente perjudicial para tu productividad.
Ya no puedes tomar decisiones sencillas, cometes pequeños errores como olvidar los archivos adjuntos de los correos electrónicos, y te cuesta encontrar la motivación para terminar tu trabajo.
Con el tiempo, estos efectos perjudican tu rendimiento laboral general.
Dificultad para concentrarte
La concentración es tu capacidad para sumergirte en una tarea. Por ejemplo, puedes mirar fijamente el libro que estás estudiando para siempre, pero no avanzarás a menos que interiorices y proceses lo que estás leyendo.
La niebla mental puede afectar tanto a tu enfoque como a tu concentración. Eso significa que eres propenso a las distracciones, incapaz de dirigir tu atención a voluntad. E incluso si lo haces, te cuesta procesar la información necesaria para completar tu tarea.
Olvidos
Los lapsus de memoria son normales de vez en cuando. Puedes olvidarte de recoger algo en la tienda o dejar la ropa en la lavadora toda la noche después de que termine.
Pero los olvidos frecuentes pueden asustar. Si olvidas regularmente apagar el horno antes de salir de casa, corres el riesgo de hacerte daño a ti mismo o a los demás.
Si te preocupa tu memoria, consulta a tu médico. Pueden ponerte en contacto con un especialista en memoria que revise tus síntomas y te haga pruebas para detectar tipos más graves de deterioro cognitivo.
¿Cuáles son las causas de la niebla mental?
Hay varias explicaciones de por qué se produce la niebla mental. Una vez que identifiques la causa subyacente, podrás empezar a solucionar el problema. He aquí seis posibles causas:
El estrés
El estrés crónico puede aumentar la presión arterial, debilitar el sistema inmunitario y desencadenar depresión, según una investigación de 2017. También puede causar fatiga mental.
Cuando tu cerebro está agotado, resulta más difícil pensar, razonar y concentrarse.
Falta de sueño
Una mala calidad del sueño puede interferir en el funcionamiento de tu cerebro, según una investigación de 2021. Intenta dormir de 8 a 9 horas por noche.
Dormir demasiado poco puede provocar falta de concentración y pensamientos turbios.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales también pueden desencadenar niebla mental, según una investigación de 2018. Los niveles de las hormonas progesterona y estrógeno aumentan durante el embarazo. Este cambio puede afectar a la memoria y causar deterioro cognitivo a corto plazo.
Del mismo modo, un descenso de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede causar olvidos, falta de concentración y pensamiento nublado, según una investigación de 2019.
Dieta
La dieta también puede influir en la niebla mental. La vitamina B12 contribuye a una función cerebral sana, y una carencia de vitamina B12 puede provocar niebla mental, según una investigación de 2021.
Si tienes alergias o sensibilidades alimentarias, puede aparecer niebla mental después de comer ciertos alimentos. Entre ellos están:
- aspartamo
- cacahuetes
- lácteos
Eliminar los alimentos desencadenantes de tu dieta puede mejorar los síntomas.
Medicamentos
Si notas niebla mental mientras tomas medicación, habla con tu médico. La niebla mental puede ser un efecto secundario conocido de algunos medicamentos. Reducir la dosis o cambiar a otro medicamento puede mejorar los síntomas.
También puede producirse niebla mental después de los tratamientos contra el cáncer. Es lo que se conoce como quimiocerebro.
Enfermedades
Las afecciones médicas asociadas a la inflamación, la fatiga o los cambios en el nivel de glucosa en sangre también pueden causar fatiga mental.
Por ejemplo, la niebla mental es un síntoma del síndrome de fatiga crónica, que implica una fatiga persistente durante un periodo de tiempo prolongado, según una investigación de 2020.
Las personas que padecen fibromialgia pueden experimentar a diario una niebla similar, según una investigación de 2015.
Otras afecciones que pueden causar niebla mental son:
- anemia
- depresión
- diabetes
- síndrome de Sjögren
- migraña
- enfermedad de Alzheimer
- hipotiroidismo
- enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis y esclerosis múltiple
- deshidratación
- infecciones víricas, como COVID-19
Niebla cerebral después de COVID
Cuando tienes COVID-19, los síntomas a corto plazo, como dolores de cabeza, tos y fiebre, suelen durar hasta dos semanas. Pero algunas personas pueden experimentar síntomas persistentes mucho más allá de ese momento.
En el caso de la niebla cerebral, puede durar entre seis semanas y un año después de la infección inicial – recategorizando tu estado de «COVID» a «COVID largo».
Los investigadores están aprendiendo poco a poco más sobre el efecto de COVID en el cerebro. Algunos científicos sospechan que la COVID-19 infecta las células cerebrales que sustentan el funcionamiento diario.
Otros investigadores atribuyen la niebla cerebral a una respuesta inmunitaria defectuosa, en la que el organismo ataca su propio tejido cerebral además del propio virus.
La niebla cerebral también podría ser producto de la fatiga corporal. Tras la infección, el sistema inmunitario necesita más energía para luchar contra el virus, lo que deja muy poca para la actividad cerebral normal.
La gravedad y duración de la niebla cerebral suelen estar relacionadas con la gravedad de la infección inicial. Cuanto más brutales sean tus síntomas iniciales, más tiempo necesitará tu cuerpo para recuperarse.
Cómo se diagnostica
Habla con un médico si tienes una falta de claridad persistente que empeora o no mejora.
El médico no puede utilizar una sola prueba para diagnosticar la niebla mental. La niebla mental puede indicar un problema subyacente, por lo que el médico realizará una exploración física y preguntará sobre tu:
- salud mental
- dieta
- nivel de actividad física
- medicamentos o suplementos actuales
Debes informar a tu médico de otros síntomas que puedas tener. Por ejemplo, alguien con hipotiroidismo puede tener niebla mental junto con caída del cabello, piel seca, aumento de peso o uñas quebradizas.
Los análisis de sangre pueden ayudar a tu médico a identificar la causa de la niebla mental. Un análisis de sangre puede detectar lo siguiente:
- niveles irregulares de glucosa
- mala función hepática, renal y tiroidea
- deficiencias nutricionales
- infecciones
- enfermedades inflamatorias
En función de los resultados, tu médico determinará si hay que seguir investigando. Otras herramientas diagnósticas pueden incluir pruebas de imagen para observar el interior del cuerpo, como radiografías, resonancias magnéticas (RM) o tomografías computarizadas (TC).
El médico también puede realizar pruebas de alergia o un estudio del sueño para detectar un trastorno del sueño.
Llevar un diario de alimentos puede ayudarte a determinar si tu dieta contribuye a la niebla mental.
Cómo tratarla
El tratamiento de la niebla mental depende de la causa.
Por ejemplo, si tienes anemia, los suplementos de hierro pueden aumentar tu producción de glóbulos rojos y reducir tu niebla mental.
Si te diagnostican una enfermedad autoinmune, el médico puede recomendarte un corticoesteroide u otro medicamento para reducir la inflamación o suprimir el sistema inmunitario.
A veces, aliviar la niebla mental es cuestión de corregir una deficiencia nutricional, cambiar de medicación o mejorar la calidad del sueño.
Los remedios caseros para mejorar la niebla mental incluyen:
- dormir de 8 a 9 horas por noche
- controlar el estrés conociendo tus limitaciones y evitando el exceso de alcohol y cafeína
- hacer ejercicio
- reforzar tu capacidad de pensar (intenta hacer voluntariado o resolver rompecabezas)
- encontrar actividades divertidas
- aumentar la ingesta de proteínas, frutas, verduras y grasas saludables
No dejes que la niebla mental te frene
Es normal que los síntomas de la niebla mental te hagan sentir mal. Puede quitarte la capacidad de hacer las cosas que te gustan y de centrarte en el trabajo.
Pero puedes hacer que esta sensación sea temporal. Afecciones como el estrés, la anemia y la diabetes son manejables con algunos cambios básicos en el estilo de vida y la orientación de un profesional sanitario.
Si puedes identificar y comunicar claramente tus síntomas, te resultará más fácil recorrer el camino del bienestar.
Puede que tardes un tiempo en volver a sentirte tú mismo. Pero con un poco de paciencia y esfuerzo, prosperarás en poco tiempo.
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